Hoy, aquí, en esta sección
yo les voy a relatar,
la importante convención
que acaban de celebrar,
durante cinco horas largas
los altos cargos y cargas
del Partido Popular.
Ya que van bien las Españas
permite, lector, que cante,
todas las glorias y hazañas
del partido gobernante.
Fue la semana pasada
el gran número circense:
a la hora señalada
llegan, con un gran suspense,
el Aparicio, el Posada,
el Lucas y el abulense.
Llegan luego, en cantidad,
los que ocupan un sillón
en nuestra Comunidad
de Castilla y de León:
altos cargos, concejales,
alcaldes de ayuntamiento,
diputados provinciales
van ocupando su asiento...
Y así, queridos lectores,
esa "popular" mañana
desfilan los oradores
enrollándose con gana.
La Convención Regional
la abre el primer parlanchín:
un tal señor Antolín,
presidente provincial.
Trabajó el Sanz a destajo,
con rigor y sacrificio,
y a las murallas se trajo
a Juan Carlos Aparicio,
el ministro de Trabajo.
Y en esa misma jornada,
plagada de alocuciones,
habló el ministro Posada,
ese de Administraciones
Y, hablando con gran pericia,
coloca otra conferencia
el ministro de Justicia
y Juanjo, el de Presidencia.
Y así, toda una mañana
todo el partido trabaja
en la ciudad castellana,
a la vera del Adaja.
¡Cuántos y cuántos prebostes,
en el Hotel Cuatro Postes!
Porque esta es la vez primera
que vienen por estos lares
con don Juan Vicente Herrera...
¡cuatrocientos populares!
Pues, si a Ávila has observado
seguro, lector, que notas
que por su cielo azulado
sobrevuelan las gaviotas.
Oyendo todo, en primera,
está el alcalde de Mera,
cual gaviota que despunta...
Y, como Bécquer dijera,
"del salón, en la otra punta",
está Juan Vicente Herrera,
Presidente de la Junta.
Al final, don Juan José,
ministro de Presidencia,
discursando con gran fe,
a todos los del P.P.
hízoles esta advertencia:
¾Mis gentes del Popular:
Con nuestro jefe, también
yo os puedo asegurar:
"¡Bien, bien, España va bien!"
Y a una, y sin vacilar,
contestan todos: ¾¡Amén!
Siguen surcando los mares
y volando en mayoría
las gaviotas populares
de jefe José María.
Siguen surcando los mares
y volando sin parar
las gaviotas populares
de Jose María Aznar.
Y yo, con estos cantares,
emulando a otros juglares,
ya tengo que terminar.